sábado, 8 de junio de 2013

UNA FOTOFILO PROPIA





"Encuentra las siete diferencias."


MI CRÍTICA CONSTRUCTIVA Y YO

Siendo lo más franca que he intentado ser en todos mis artículos (los que pronto ya acabarán. No lloréis, quizá el año que viene vuelva), diré que, al ver la matrícula, pensé “oh, no, ética. Debe de ser una asignatura similar a Educación a la Ciudadanía. Ya veremos qué nos deparará…” con gran pesadumbre.

En cambio, llegué a cuarto de la ESO. Y llegó el profesor de ética. En un principio, el plan B que propuso me dio cierto temor. Por suerte, fue guardado en el baúl de los recuerdos. Al contrario de todo lo que pude pensar, la asignatura de ética ha sido de aquéllas que más amenas se me han hecho, por no decir la que más, y todo gracias a la técnica que el profesor tiene de enseñar.

En la mayoría de asignaturas, la mayor parte de los profesores explican lo que ya te dicen en el libro, otros tantos empiezan a explicar y se van por las ramas (por lo que una desconecta y sale de la clase sin haber sacado nada en claro), y otros muchos explican por encima y se centran en ejercicios que difícilmente se entienden sin la correcta explicación. En cambio, aquí, Don Enrique P. Mesa García ha demostrado que una clase puede ser entretenida a la vez que educativa, ya que los alumnos hemos sido siempre partícipes -con gusto- en sus clases.  Cierto es que muchas de las cosas que ha explicado (tales como los multiversos o los descubrimientos que ciertos navegantes hicieron) desentonaban con el tema a tratar. De todas formas, gracias a esa forma de explicar, muchas de las cosas que no tenían que ver y que yo desconocía me han despertado interés.

Porque durante todo el curso ha sido terminar el viernes a última hora (bonita forma de acabar la semana, sinceramente) e ir el camino a casa comentando todas las cosas que se habían nombrado en clase, tales como el hecho de no poder superar la velocidad de la luz. Y así te quedabas todo el fin de semana pensando en cómo eran posibles cada una de las cosas que te habían contado el viernes a última hora. Y, creedme, no he sido yo la única.

Esto de tener a los alumnos pensando una y otra vez en todos esos datos curiosos no lo consigue cualquier profesor. Por lo tanto, mi crítica resulta bastante positiva, ya que el temario está dado y de forma bastante fácil de comprender, a la par que nos ha mostrado diversos mundos que desconocíamos. Le doy un 9. Es usted un gran profesor.