sábado, 22 de marzo de 2014

RAMAS A TUTIPLÉN

Aquí en España, a la "tierna" edad de trece o catorce años, nos proponen elegir una vía u otra para encarrilar nuestra vida a partir de los estudios. Cada uno de estos planes se basa en distintas asignaturas, y ahora he de explicar, dentro de lo que yo estudio, qué me gusta, qué no y por qué.

Como -supongo- la mayoría, tengo en mente distintos planes de futuro, sean más o menos realistas, que, aunque este artículo trate sobre mí y mis preferencias en los estudios, no os voy a contar -y que tampoco creo que os interesen-. Os contaré únicamente de lo que trata mi itinerario y por qué me gusta (sí, me gusta, por algo lo escogí).

Que yo recuerde, siempre he tenido predilección por las matemáticas y cierta aversión hacia las letras (no hacia todo, por supuesto), por lo tanto estaba claro que me iba a ir por ciencias. A su vez, siempre me ha gustado dibujar y, aunque Biología en tercero resultó fácil e interesante, el hecho de pensar que habría de estudiar 'bichos', enfermedades y demás no me hacía gracia (aunque CMC no sea del todo distinto). Por lo tanto, he aquí mi elección: Ciencias y Tecnología, por la rama de Dibujo Técnico. Ya que he nombrado la asignatura de CMC (Ciencias del Mundo Contemporáneo), empezaré por ahí. Ésta es una asignatura común a todos los itinerarios, por lo que ni siquiera la gente de letras, que por alguna razón se habrá ido de ciencias, se libra de ella. Con respecto a mí, supongo que es una asignatura interesante, el tema del Universo fue fascinante. En cambio, como ya he dicho, lo de estudiar enfermedades no es para mí; así que deseadme suerte, que en unos meses la necesitaré.

Seguiré con el resto de asignaturas comunes a todos: Lengua y Literatura, Filosofía, Inglés y Educación Física. Empezaremos, pues, con Lengua y Literatura. Esta asignatura está, obviamente, más ligada con los itinerarios de letras pero, al ser cultura general, es común para todos. Y a mí lo que me gusta de ella es, precisamente, lo que no tiene que ver con la cultura general y que mucha gente odia porque no le ven utilidad: la sintaxis. Y el caso es que quizá me guste porque son unas reglas fijas, automáticas y comunes para todos, al contrario que la Literatura, donde en el análisis de textos cada persona tiene una idea distinta y la mía, casualmente, suele ser siempre errónea. Por cosas como ésta -a causa de la horrible comprensión lectora que considero tener- y que la Literatura me resulta un poco pesada (aunque admito que a veces encuentro cosas interesantes), la asignatura no es una de mis predilectas. La siguiente es Filosofía, la cual aun siendo interesante y productiva consigue enmarañarme los pensamientos de gran manera con todas las teorías que existen para cada tema. Seguimos con Inglés, hacia la que no tengo ninguna objeción, puesto que, aunque los idiomas sean más de letras, me gustan en general, y considero esta asignatura una de mis favoritas. Por último está Educación Física; sí, el deporte es cansado y soy una de las personas a las que más cansa de por aquí, pero esto no significa que no me guste, claro que hay muchas cosas que hacemos que me gustan. No es mi culpa resultar patética al realizar la mayoría de las actividades físicas que propone la asignatura. Lo juro.

Y ahora me quedan las asignaturas que conforman mi itinerario (junto con la optativa) y que, por lo tanto, me tendrían que gustar: Matemáticas, Física y Química, Dibujo Técnico y Ampliación de Inglés. Como ya he dicho, siempre me han gustado las matemáticas, así que ¿para qué pararme a decir lo mismo otra vez? Comencemos con Física y Química: esta asignatura se divide en dos partes, luego hablaré de cada una por separado. Si quiero hacer algo relacionado con el Dibujo Técnico, la Física es esencial -mayoritariamente- y, aunque al principio resulte confusa, con el tiempo se coge el ritmo y sale fácil (repito, con el tiempo). La considero una asignatura neutra, que ni me emociona ni me disgusta. Por otra parte, este año he comenzado pensando que prefería la Química porque me gusta la formulación, hasta que recordé que había más cosas que formulación igual de confusas -pero comprensibles- que en Física, por lo que también la considero neutra. La siguiente asignatura es Dibujo Técnico, asignatura central en mi itinerario, así que obviamente me interesa y me gusta. Y finalmente tengo Ampliación de Inglés, la cual no ha resultado exactamente como yo pensé que sería, pero puede resultar útil.

Éstas son mis asignaturas en su totalidad con una breve opinión sobre cada una. Si os digo la verdad, no sé a cuento de qué viene este artículo, quizá debamos conocernos más y saber si estamos en el itinerario correcto con respecto a nuestros gustos y posibilidades. Así que, helo aquí (qué bonito es explayarse).

sábado, 8 de marzo de 2014

"Tienes un 'no sé qué' y un 'qué sé yo'..." QUE YA NO SÉ NI LO QUE ES

Si bien mucha gente afirma que tenemos algo, eso que nos hace transmitir lo que transmitimos, alma, otra tanta concluye con que no son más que cavilaciones y que no hay nada más que un cuerpo que nos defina. Y, si en tanto tiempo no han llegado a una conclusión, me gustaría saber qué hago yo proponiendo cualquier teoría -todo sea por difundir mi inexistente sabiduría-.

Bueno, ¿y ahora qué? ¿Hay alma o no hay alma? Venga, ¡hay alma! Hay alma. ¿Por qué? Resulta difícil llegar a ninguna conclusión, por lo que me basaré en algún que otro ejemplo que consiga sacarme del paso.

Una característica del ser humano, el único -supuesto- ser vivo con alma, es la gran expresividad de algo tan pequeño como pueden ser nuestros ojos. La mirada, más bien. ¿Habéis mirado alguna vez a alguien y habéis sabido lo que piensa o cómo se siente? ¿Habéis tenido alguna vez una "conversación" con la mirada, de ésas en las que el propósito es evitar decir nada porque, quizá, el momento lo impida? Claro, todos hemos sabido cosas de ésas o tenido conversaciones así. Y la única razón que se me ocurre para esto es que de verdad haya algo que transmita más de lo que lo material puede llegar a transmitir. ¿Acaso sabéis cómo se sienten un pez o una iguana al mirarlos a los ojos? Si lo sabéis, siento deciros que estáis un tanto equivocados. Y el caso es que puedo ser yo la equivocada y tal vez haya quien venga y me rebata el argumento diciendo algo como "esto de la mirada es por tal y Pascual". Puede, aunque resulta plausible.

¡Más ejemplos! Si alguna vez habéis estado en alguna actuación de cualquier cosa, ya sea de teatro o baile o canto -o incluso si sólo estáis leyendo-, lo que se os pueda llegar a ocurrir, os habréis dado cuenta de que la principal finalidad es emocionar a la gente, que sientan lo que siente la otra persona en cuestión. Pongamos que lo consiguen. ¿Sabéis esa cara de estar en Babia que se le queda a uno cuando está tan pendiente de algo, y lo siente de tal manera, que ni siquiera se da cuenta de lo estúpido que parece con la boca abierta? Supongo que todos hemos experimentado eso alguna vez. Y, si no lo habéis hecho, ya estáis tardando. Y en ese momento no piensas, tu mente se ha evadido; así que, por lo que a mí respecta, algo que no es el cuerpo es lo que se encarga de que muestres tus verdaderas emociones y quedes ridículo ante los demás. Pero una ridiculez bonita, eh, que significa que la actuación ha conseguido su cometido. Y, a su vez, algo ha de haber para que esa gente haya conseguido transmitir sus emociones.

Es por todas estas cosas que sí, pienso que hay algo, y que ese algo es el alma.

Por último, aclararé lo del supuesto único ser vivo con alma (en el primer ejemplo), y es que no creo que los monos antes de evolucionar conversaran con la mirada, siendo capaces dos de entenderse sin que el resto se enterara, o se transmitieran emociones unos a otros. Y luego evolucionaron. Y lo consiguieron. ¿Por qué no fue algún otro animal el que llegó hasta donde estamos nosotros ahora? E imaginemos que hubiera sido otro animal. Sería, pues, ese nuevo ser el que tuviera ese algo, ese alma. Por lo tanto, ¿y si todos los animales tienen alma, por muy oculta que esté? Hala, cobardes, atreveos a responderme (aunque tampoco hace falta... Era por adornar el final).